El protector de cincha y la cincha Seaver calculan la altura de los saltos realizados por el caballo/poni. El sensor no tiene forma de conocer la altura de las barras ni la altura de las patas delanteras del caballo. Por lo tanto, la altura medida es la de la cincha (o, más exactamente, la del sensor). En otras palabras, la altura desde la mitad del esternón del caballo, en el punto más alto de su trayectoria de salto.

Es posible, si la posición de partida no es la ideal, o si el caballo está aprendiendo o ha sido sorprendido/juzgado mal, que la parte superior de la trayectoria se desplace, lo que suele aumentar la altura saltada en relación con la altura del obstáculo.

Dependiendo de la generosidad del caballo y de su estilo de salto, especialmente en los miembros anteriores, el esternón pasará a mayor o menor distancia de las barras. Para un mismo obstáculo franqueado sin falta, dos caballos diferentes pueden saltar a alturas diferentes de 80 cm.

Aquí se ve que el sensor (punto rojo) pasa lejos de la barra debido al margen del poni y al lugar que ocupan sus patas delanteras. Además, el poni sigue en fase ascendente, subirá aún más.

Para un salto limpio, el esternón estará por término medio entre 15 cm (para un caballo afeitado y muy aseado por delante) y 75 cm por encima de la altura de las barras. Para un caballo joven sorprendido o un salto de campana, se pueden conseguir márgenes aún mayores.

¿Por qué es interesante para los motoristas?

El interés de esta medida es cuantificar el esfuerzo realizado por el caballo. La altura del salto no es, por supuesto, el único dato pertinente, pero da una indicación de la energía que necesita el caballo para elevarse y superar la barra propuesta, y permite (ya que el jinete suele conocer al menos aproximadamente la altura del obstáculo) una indicación de las tendencias del caballo.

A veces, el jinete puede dejarse engañar por sensaciones de potencia y velocidad y, por lo tanto, sobrestimar la altura de salto de un caballo enérgico con una buena coz o, por el contrario, subestimar la de un caballo menos tenso. El sensor permite cuantificar objetivamente estos datos, a los que de otro modo el motorista sólo tendría acceso mediante un análisis de vídeo con calibración previa.

Para saber más

Hay que tener en cuenta que los saltos de menos de 70 cm pueden no detectarse si el caballo se los "traga" en su paso al galope o articula y se balancea poco. Por el contrario, un cambio de pie muy expresivo en el aire o un "golpe de espalda" pueden interpretarse como un salto. En cavaletti con un caballo correctamente articulado no es raro obtener alturas de salto de unos 110 cm.

En efecto, la cincha ya está a unos 80 cm del suelo (variable según el caballo), y el caballo que atraviesa un cavaletti de 30 cm levantando la cruz y articulando trazará una trayectoria de salto levantando el esternón unos 30 cm del suelo, lo que dará un salto detectado de 80 + 30 = 110 cm.

Los saltos en terrenos variables, en particular los saltos cuesta abajo y los obstáculos de tipo "contra" o "panorámico" con un aterrizaje más bajo que el despegue, pueden distorsionar ligeramente el cálculo de la altura del salto. Como se calcula entre el punto más alto de la trayectoria y el aterrizaje, en estos casos será mucho mayor que la altura a la que se ha elevado el caballo desde su punto de despegue. Por el contrario, los saltos cuesta arriba y los "contra saltos" pueden subestimarse.

La importancia de medir a su caballo

Las medidas solicitadas al crear un caballo son importantes en el algoritmo para determinar la altura del salto. Si se toman de forma incorrecta, o si se mantienen los ajustes por defecto propuestos en la aplicación en el momento de la creación del perfil de su caballo, los resultados proporcionados por el algoritmo pueden verse distorsionados. De hecho, nuestros algoritmos se adaptan en función de estas mediciones para ofrecerle los datos más precisos posibles para su caballo.

Dos de ellas son especialmente importantes: la distancia hombro-correa y la distancia suelo-correa.

La distancia del suelo a la cincha se mide colocando al caballo en un terreno llano, lo más recto posible (lo ideal es un tope cuadrado; de lo contrario, puede descuidarse la alineación de los cuartos traseros siempre que los delanteros estén al mismo nivel). A continuación, se mide la distancia vertical desde la posición del sensor hasta el suelo, en la vertical inferior. Esta medida suele oscilar entre 60 y 80 cm para los caballos de tamaño medio (160 cm a la cruz), pero puede variar mucho en función del tamaño y la forma del caballo.

Tenga en cuenta que puede ser difícil mantener la cinta métrica vertical, es aconsejable obtener ayuda de un ayudante externo que le indicará si la cinta está inclinada o vertical.

La segunda medida importante para este algoritmo es la distancia del hombro a la circunferencia. Una vez más, el caballo debe estar quieto y erguido sobre sus patas delanteras, en un terreno llano. Localice la posición del centro del sensor y desplácese verticalmente desde esta posición hasta el nivel del hombro. A continuación, mide la distancia desde este punto hasta la mitad del hombro del caballo. Pide ayuda para asegurarte de que la cinta está horizontal.

Esta medida varía generalmente entre 25 cm y 50 cm para los caballos de tamaño medio. Puede variar en función de la morfología del caballo y del equipamiento utilizado (cincha más o menos avanzada según el tipo de silla, sensor más o menos rebajado en la cincha según el tipo de cincha).

Consejo: la medición en un caballo ensillado permite ver mejor la posición del sensor.