En libertad, el caballo es un animal de manada, que pasta todo el día y vigila su entorno en busca de depredadores. El estilo de vida que les imponemos suele ser muy distinto del de su entorno natural.

Al interactuar con ellos y modificar sus hábitos, les enfrentamos a diversos elementos estresantes. El estrés generado puede repercutir no sólo en su salud y bienestar, sino también en su rendimiento deportivo.

Veamos más de cerca esta dolencia, que forma parte integrante de la vida de nuestro caballo.

¿Qué es el estrés?

El estrés, ya sea agudo, ocasional o crónico, es una situación de tensión fisiológica y comportamental debida a un contexto nuevo o amenazador. Es un estado reaccionario que afecta principalmente a los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario e influye negativamente en el bienestar del animal.

En la naturaleza, cuando está estresado, el animal acelera los latidos del corazón, sube la tensión arterial, se acelera la circulación, el cerebro trabaja más deprisa, el oído y la vista están alerta... Todo el cuerpo entra en modo de huida. En cautividad, cuando es imposible escapar, su metabolismo empieza a segregar cortisol (la hormona del estrés) de forma más constante. El estrés lo gestiona el sistema nervioso central, que trabaja en tándem con las glándulas suprarrenales para producir una cascada de hormonas.

En el caso de una situación de estrés puntual, los niveles de cortisol volverán a la normalidad con bastante rapidez. Sin embargo, si el estrés es intenso, si se prolonga y se vuelve crónico, las consecuencias de la liberación de corticosteroides serán graves para el bienestar y el rendimiento del caballo.

¿Cuáles son las consecuencias del estrés prolongado?

El estrés afecta a la salud general de su caballo al provocar alteraciones fisiológicas o de comportamiento como :

- falta de concentración en el trabajo,
- contracciones musculares,
- aumento de la sudoración,
- intolerancia al esfuerzo físico,
- pérdida de apetito,
- debilitamiento del sistema inmunitario, lo que hace al caballo más susceptible a otras enfermedades

Sea cual sea la causa, el estrés altera las funciones digestivas de su caballo. La liberación excesiva de cortisol altera el tránsito digestivo al reducir las enzimas digestivas, lo que provoca la proliferación de bacterias patógenas. El resultado puede ser diarrea, deshidratación y desequilibrios electrolíticos, que pueden provocar cólicos.

¿Y tu correa Seaver?

Al medir regularmente el nivel de estrés de su caballo en el trabajo, Seaver le ofrece la posibilidad de identificar los momentos especialmente estresantes y anticiparse así a estas perturbaciones. En nuestro caso, el nivel de estrés se mide a partir de las variaciones del ritmo cardíaco y respiratorio y se simboliza en la aplicación mediante un indicador dividido en varios segmentos de colores distintos: el verde representa un nivel de estrés bajo, el azul un nivel normal y el rojo un nivel alto. La parte resaltada del indicador corresponde al nivel medio en el que se encuentra su caballo. Cuanto más a la izquierda esté esta zona, menos estresado habrá estado tu caballo durante la sesión, y viceversa.

Un último consejo

Como la carga de trabajo es directamente proporcional a la carga de esfuerzo, los deportistas más exigentes son especialmente propensos al estrés. El entrenamiento y los ejercicios adaptados al nivel de trabajo de su caballo son una buena forma de prevenir y combatir el estrés. Los programas de ejercicio coherentes no sólo ayudan a desarrollar la forma física y a prevenir lesiones por sobreentrenamiento, sino que también garantizan que no se exija inadvertidamente un nivel de rendimiento físico que pueda provocar estrés crónico en el caballo.

Hasta pronto para otro artículo,

El equipo Seaver (1) Dr Yves Bertrand, Stress et bien-être chez le cheval. Febrero de 2007.
(2) Marie Peeters, Evaluation du niveau de stress du cheval en compétition et en milieu hospitalier : Mesures comportementales, physiologiques et appréciation du tempérament. 2012.