-15% de descuento en tu primer pedido*.

Introduzca su dirección de correo electrónico para recibir su código promocional.

*excepto el airbag SAFEFIT

      popup-img

      -15% de descuento en su primer pedido

      introduzca su correo electrónico para recibir el código

          Todo lo que debe saber sobre el trabajo con caballos en invierno.

          domingo, 18 marzo, 2018

          Ya hemos tratado el tema del esquileo y la manta del caballo en invierno(véase el artículo). Esta vez echemos un vistazo al trabajo del caballo en invierno. El invierno no debe ser un periodo de hibernación para el caballo. En efecto, si quiere mantener a su caballo en forma, debe seguir trabajándolo con regularidad.

          ¿Cómo montar a caballo en invierno?

          Si su carga de trabajo disminuye de 5/6 veces por semana a menos de tres veces por semana durante el invierno, habrá consecuencias en su sistema cardiovascular. La fuerza de su sistema musculoesquelético, el tono de sus tendones y ligamentos, también se verán afectados. Necesitará unas semanas o incluso meses de trabajo antes de volver a estar en forma. Sin embargo, hay que tomar algunas precauciones para que un caballo trabaje bien en invierno.

          En invierno, por tanto, es importante seguir trabajando al caballo para su bienestar. Esto ayuda a mantener la forma física y el nivel de entrenamiento del caballo. Para los jinetes y caballos de exhibición, el invierno es el momento ideal para solucionar los problemas surgidos durante la temporada anterior. Así podrá prepararse para la próxima temporada.

          El equipamiento adecuado del caballo para el invierno: mantas, forro, etc.

          En primer lugar, hablemos del equipamiento. Por lo general, un caballo no esquilado no necesitará una manta durante el trabajo. Excepto en caso de lluvia, cuando se recomienda el uso de una manta impermeable. Aun así, hay que procurar que el caballo no se resfríe si suda durante el trabajo, por lo que habrá que adaptarse a cada caso.

          En el caso de los caballos esquilados, es importante montar con una manta. Los hay de forro polar, térmicos o impermeables. El caballo no debe pasar frío, pero tampoco demasiado calor ni sudor. Si lo hace, podría enfermar. Por lo tanto, se recomienda el uso del forro en las fases de calentamiento y recuperación. Puede retirarse durante el parto.

          Relajación: los ejercicios adecuados en invierno 

          Al igual que nosotros, cuando hace frío, los caballos necesitan más tiempo para que sus músculos se calienten. Esto permitirá que la sangre circule correctamente. En invierno, los caballos suelen pasar menos tiempo en los pastos. Por lo tanto, adaptar su trabajo es tanto más importante cuanto que pasan la mayor parte del tiempo en el establo. El calentamiento del caballo es un elemento esencial de toda sesión de entrenamiento, sobre todo para evitar el riesgo de lesiones. Por eso es aún más esencial en invierno.

          Se recomienda realizar un calentamiento de 10-20 minutos y estiramientos para preparar los músculos para el trabajo. De este modo, se activará la circulación sanguínea y se relajarán las articulaciones. Por supuesto, tienes que adaptarte a tu caballo. Un caballo que viva en un box las 24 horas del día necesitará un calentamiento más prolongado que un caballo que viva en el exterior. Este último tiene la oportunidad de moverse en su prado/paddock.

          Lo ideal es empezar paseando al caballo con el cuello extendido durante unos 5 minutos al paso. A continuación, trota durante 5 minutos en grandes círculos, siempre con el cuello extendido. Esta es una buena forma de empezar a calentar. Después podemos pedir círculos más pequeños, movimientos laterales y transiciones. Por último, podemos trabajar tranquilamente al galope en círculos grandes y luego más pequeños, utilizando siempre muchas transiciones.

          La importancia de la fase de recuperación

          El periodo de recuperación, aunque importante en cualquier estación, es esencial en invierno para que el caballo recupere el aliento, se seque para no coger frío y evite agujetas y rigidez muscular. Recomendamos de 10 a 15 minutos de paseo tranquilo, ya sea en silla de montar o en mano. Como ya se ha mencionado, los caballos esquilados deben cubrirse durante este periodo de recuperación para evitar que se enfríen.

          Después de la sesión, debes tener cuidado de no volver a ponerle la manta a un caballo mojado, que se resfriaría automáticamente: asegúrate de que tu caballo se ha secado bien -si es necesario, camina el mayor tiempo posible y/o utiliza un tendedero- antes de volver a ponerle la manta, si la lleva puesta.

          Paseos, ¡incluso en invierno!

          Variar el trabajo, incluso en invierno, es importante para mantener al caballo en forma, sano y de buen humor. Una sesión de 20 minutos a pulmón una o dos veces por semana en lugar de una sesión montada mantendrá al caballo en forma. Un poco de trabajo a pie o en libertad es siempre una buena idea para trabajar la conexión con tu caballo en particular, pero también para permitirle desahogarse.

          También se recomienda dar algunos paseos tranquilos al aire libre. Trotar de 5 a 10 minutos seguidos durante el paseo ayudará al sistema cardiovascular del caballo. Sin embargo, hay que tener cuidado de no galopar en superficies demasiado duras, demasiado blandas o cubiertas de nieve, donde el caballo podría lesionarse.

          Nuestros consejos: cuidados invernales

          Las extremidades y los cascos del caballo

          En invierno, debido al riesgo de sarna, presta especial atención a las patas de tu caballo, sobre todo a las cuartillas. Es importante limpiarlos y secarlos bien (con una toalla, por ejemplo) cuando los acicale. Si utilizas agua para eliminar el barro y la suciedad, prefiere el agua tibia al agua fría o caliente, para no agredir la piel del caballo y favorecer la entrada de bacterias.

          Por supuesto, es importante revisar los pies del caballo antes y después de cada sesión. En invierno, hay que prestar especial atención a que el pie no se reseque demasiado ni se humedezca y reblandezca en exceso. Es aconsejable utilizar una pomada adecuada una o dos veces por semana sobre los pies limpios y secos. En algunos casos, si el caballo vive en un prado muy embarrado, o sobre una cama húmeda o mal cuidada, puede sufrir la podredumbre de la ranilla. Tenga cuidado, la aplicación de alquitrán sólo empeorará las cosas (atrapará las bacterias), por lo que es muy importante hablar con su herrador, que le aconsejará sobre un tratamiento adecuado.

          Alimentar a su caballo en invierno

          En invierno, como en todas las estaciones, asegúrate de que tu caballo disponga siempre de agua fresca en abundancia.

          Es posible que tenga que cambiar el pienso y/o la ración de su caballo. Al igual que nosotros, gastará más calorías para mantenerse caliente, por lo que es posible que tengas que aumentar su ingesta calórica para compensar este mayor gasto energético y evitar que pierda peso. También debe tener en cuenta la carga de trabajo de su caballo; si trabaja con menos frecuencia o menos intensidad, considere la posibilidad de ajustar su ración en consecuencia.

          --

          En este artículo hemos hablado de los periodos de calentamiento y enfriamiento del trabajo ecuestre en invierno. Si desea saber más sobre el trabajo del caballo de cara a la próxima temporada de competición, le invitamos a leer nuestro artículo sobre este tema, escrito con MC Fuss.

          Hasta pronto para un nuevo artículo,

          Equipo Seaver